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La Cueva Del Semieterno by Marina Castagnino is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

sábado, 1 de septiembre de 2018

XIV Sobrevivirás


Te expondrás lo suficiente para no ser temido
pero no tanto que lo sólo tuyo sea distinguido
por operadores que conspiran todas las violencias
siempre nutridos de derrotas y abstinencias

Sobreinformarás sin una mentira
para mantener protegidas las realidades más íntimas
A todos siempre darás oportunidad, mas si te fallan, obrarás
de modo tal que crean que se alejan por su propia voluntad

Siempre mantendrás la calma ante los expendedores de vacuidad
y cuando pretendan inundarte entre ellos, te infiltrarás
Resistirás ardiendo y con paciencia los horadarás
Atestiguando serenamente toda su ferocidad

Y esparcirás la risa que siempre tomarás por sanidad

Cuando de tan enorgullecidos de sus sesgos que les sean inconscientes
te quieran doblegar hasta que pienses como ellos o marginar
que es lo que entienden por “educar”

Tu espíritu siempre resiliente  
los cegará y los segará
El temple de tu alma siempre incandescente
los cegará y los segará

Y, habiendo visto todo, sobrevivirás

jueves, 10 de diciembre de 2015

XV Habito

Sentiste tanta hipócrita violencia
de gente que creías tan de mierda       
que le haría mejor al mundo
estando muerta

Y con gracia te abstuviste de agradecer
a los dioses que pudrieron los úteros
de los seres más viles de todos los mundos

Y te acercaste como nunca a Dios
que creyendo más que siempre en vos
Te dio su pan espiritual y te ayudó
quebrando el cinismo que silencia tu voz

Y te disolviste en el mar del puro amor
Y tu angustia murió en el  fuego
que la abrasó y te abrazó

Sin la ceguera selectiva
que tanto te hartó
Sin la fuerza repulsiva
que casi te mató

Pero inmortal y siempre bien nacido
y felizmente recibido
en todos los corazones en que habito

sábado, 7 de diciembre de 2013

XIII No ser de mí

No querías que te vieran
descosiendo todo el miedo y la violencia
que ahondan ardiendo en tu ausencia

No querías que te vieran
aplaudiendo a los refutadores de tendencias
que carcomen lo más íntimo de cada esencia

Pero te vi casi sin darme cuenta
haciendo que cada paso tuyo se convirtiera
en el latido mismo de toda existencia

Y quise que nos devolvieras
de esta constante intermitencia
que me ata a tu influencia

y a la vez conmigo tenerte
mientras todos los por ahora
se transforman en para siempre

Vos que las tintas corrieran
inundando en sus furias todas la escorias
y yo que todo lo que supe se desvaneciera

Hiciste que riera
y casi te doy mis dos llaves: libertad y conciencia
Nos reímos devuelta y ya no hubo nada que nos contuviera

sábado, 6 de julio de 2013

Semietrno XII Fénix

Sentí el temblor del mundo
y supe que eras vos 
que te reías

descorriendo en menos de un segundo
todas las formas 
que rompen fantasías

Brillando entre las sombras
que dan sentido a la memoria
que desgarra 
siempre y ahora
eso que ya no sirve y que sin embargo ahonda

Ese infinito que es del todo mío
del todo escindido
del todo querido
del todo existiendo del todo siempre infinito
del siempre todo mío

En el que irrumpiste siempre risueño
porque sabíamos que siempre nos preferimos ardiendo
ante toda esa densa y volátil indiferencia
que en tus días ya se enraizaba en las inmensidades de la Tierra

Y que todavía convierte
todo lo existente 
en materia inerte

Y preferimos el odio 
que por lo menos es caliente,
y preferimos el fuego 
que por lo menos sigue siendo doliente

Para enfrentarnos a ese tedio que mataba
lo poco de ameno que quedaba de las almas
transformando todo en combustible y carcajadas
a pesar de que sabías cuán difícil era volver a sublimarlas

Nos hundimos en las profundas distancias
del abismo que nos separaba
pues aún en su absoluta abulia
¡seguían siendo almas!

Y no dejabas de repetirme que no darles importancia 
era dejarnos caer en la ponzoña de su trampa
Y que debíamos obligarnos a la activa resistencia 
que se destila en todas las esencias
en las que hierve siempre renaciente
la liberación perpetua

Entonces me reía 
sin creer en lo que me decías
pero siempre te seguía

porque admiraba tu destreza 
para transformar cada monotonía en sorpresa
y siempre conseguías devolverle 
la vida a cada esquirla de alma
que estaba perdida

Y hoy, que todo temblaba, volví a saber, que, otra vez, existías
porque desde dónde estés
sentí que reías

miércoles, 3 de abril de 2013

Instante


Creí en la estrella diminuta
que en su corazón enorme
opaca las fases de la luna

que no dejan de ser distintas
que no deja de ser una

Creí en la estrella diminuta
que en su inmensa ternura
me pedía que salga
que me encuentre con la luna

que se mueve pero no se muere
y me espía, desde la ventana
invitándome a pasear

Creía en la estrella diminuta
que antecede la mañana
invitándome a jugar

y tal vez quiera saber
qué seré de mí
que siempre fui lo mismo
y siempre por venir

Creí en la gran estrella
que no por su disfraz de diminuta
deja de ser siempre bella

que de tanto dar luz a mundos diferentes
la mía, cada vez más incandescente,
no deja de parecerse, cada vez más, a ninguna

miércoles, 2 de enero de 2013

Semieterno XI, Ciclos

[el original, escrito en la hermes baby que me dejó mi más querido tío abuelo]

Hubiese preferido volver a unirme contigo
cuando decidieras no encarnar más hijos
y hayan crecido los míos

Pero te encontraste con la descendencia
de un absurdo silencio que creías perdido
y nos urgió desenredar toda esa herencia
que tan sutilmente había intentado teñirnos

Y necesitamos volver allí donde nuestras furias
habían fluido hacia un abrazo infinito
que derrite a su paso todas las angustias

porque contiene en su interior la capacidad
de concedernos toda paz
sellando el pacto que nos ayuda a contagiar
toda vulnerabilidad

Y no pudimos más
que unirnos
para solidificar
lo que debería seguir siendo siempre lo mismo
disolviendo lo que es indistinto

Y luchamos para defendernos de la banalización
con la que fueron cubriendo lo que nos había partido
los mismos que usaban la palabra “tibio” como acusación

porque nunca entendieron todo lo que nos costó
llevar todo ese dolor que deía ir a cristalizarse en el frío
para traer esa pasión que hierve en la insoportable humedad del calor

Y cuando al fin concluimos
nos devolvimos a los mundos en los que siempre nació
lo que nunca debería haberse ido

Allí donde se decodifican todos los instintos
para dosificar lo que debe ser extinto


y sembrar lo que debemos exponenciar cuando existimos


martes, 13 de noviembre de 2012

Hueco [de febrero del 2009]



El flujo de las suertes me llevó
por un sueño que no fue reparador
pero sí autoconsciente y carente de dolor

Yo subía con expresión absurda
a esa libertad que es siempre tan oscura
como ese hueco, receptáculo de algún sitio infinito
donde se interseca todo lo que es eternamente final
y eternamente principio

Donde mueren (inútiles) las verdades que no sienten
y son fomentadas todas las fantasías bastardas
Donde son fulminadas todas las poesías
carentes de esperanza encendida

Y (nuestra vida) esa minúscula chispa universal
al fin se atreve a comprender cual es su lugar
Llevándose consigo todos los desiertos y laberintos
todos los colores y los juguetes perdidos

Y por fin nos dejamos atravesar
por la sublime tenacidad
de nuestras gloriosas vulnerabilidades

Reconociéndonos chiquitos e inconstantes
risueños e intocables
alegres y atormentables

Fluyendo a la existencia
venciendo todas nuestras ansias de permanencia
sin deseos mutilados ni cantos premeditados
sin futuros asfixiantes ni sentidos derrocables

Y aticé con optimismo ensordecedor
esa fuerza rugiente en mi interior
que no era todopoderosa ni omnisciente
no era mesiánica ni inteligente

Sin embargo contenía 
en su espesor
la semilla
de todas las muertes que engendran vida

Fue un espectáculo tan adentellado y tan bizarro
que me sorprendió haber sido capaz de contemplarlo sin espanto
Y me dejé alcanzar
con los brazos tan abiertos como fui capaz

Porque recibir y contener esa beatitud en mi pecho
no es otra cosa que aferrarse a esa capacidad
de encarnizar todos los clichés sin vergüenza ni piedad

con desenfreno y sin moralidad
con el más entusiasta de los ánimos 
y sin la menor noción de la realidad

El sí rotundo al cuerpo como receptor
traductor, constructor y transmisor
de todo discernimiento y creación

El no absoluto a la renuncia como intermediaria para la liberación
de todo lo que hierve en su interior

Y llegar al vago recuerdo de cada instante feliz
y comprender, por fin
que para lo único que estamos aquí
es aprender a reír